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Patrick Martinez: más que un artista, más que un nombre

VOGUE
Edición México
15 de abril de 2019
por Karina González Ulloa

Estilo de Vida
Patrick Martinez: más que un artista, más que un nombre

A partir hoy, escucharás de alguien con piezas artísticas capaces de hacerte voltear, que se ven bien en tu instagram y que tienen mucho que decir. Conoce a Patrick Martinez, el artista que nos recordó lo subestimado que tenemos el universo de lo ‘mainstream’

Ver las obras de Patrick Martinez ya sea en una exposición o dando un scroll por su cuenta de Instagram tienen en común una cosa: no puedes despegar los ojos de ambas. A diferencia de muchos, Patrick conecta contigo de una forma que no lo hacen los demás, sus obras hablan sobre temas que no pueden ser ampliamente debatidos en una conversación cotidiana, sino que expresan aquello que a veces se teme decir en voz alta.

Su obra no se trata de una recopilación de experiencias enteramente propias lo que encontrarás ahí son trampas, armas, gritos, gestos, actitudes, engaños, intrigas en las que las palabras, el neón y los sabores de un controversial pastel han sido sus vehículos.

Conocerlo se vuelve inevitable, casi adictivo, este artista con un apellido que es común en distintas regiones de Latinoamérica no tiene nada en común con el discurso pluralizado en el que en este momento se encuentra el mundo artístico, es así como en una entrevista exclusiva para Vogue México y Latinoamérica, desvelamos quién es realmente Patrick Martinez.

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Soy un artista de Los Ángeles y definitivamente “a work in progress”.  Cuando era niño, era muy visual, pero adulto, las artes visuales se han convertido en mi modo preferido de comunicación. He dedicado mi práctica al concepto de inclusión. Mi objetivo es representar a personas de diversos orígenes, a los jóvenes, especialmente su relación con la autoridad. Creo que todos deberían estar representados en los museos y galerías, y en última instancia en la historia.

* ¿Qué nos puedes decir de tu trabajo en Fort Gansevoort? (sitio en el que se encuentra por poco tiempo una exposición suya). ¿Qué tiene este trabajo de diferente?

Las pinturas de paisajes son una investigación muy recurrente actualmente en Los Ángeles, mi ciudad natal. En mi caso, las piezas que he hecho más recientemente con neón hablan del clima político actual en los Estados Unidos, así como su relación con la historia y las personas de diversos orígenes. Es por eso que mis piezas con neón están destinadas a ofrecer advertencias y puntos de vista optimistas simultáneamente. La exposición That Which We Do Not See estará del 7 de marzo al 20 de abril.

Los retratos de pastel, que es nuevo para muchos, ha sido parte de mi práctica durante muchos años. Esta es la primera vez que decido resaltarlo con más de una docena de pasteles. Las personas representadas en los pasteles están destinadas a ser celebradas. Estoy interesado en ellos no solo por sus logros sino también por su compromiso con la inmoralidad y la integridad. Algunos de estos individuos se han perdido en las sombras de la historia, pero sus narrativas, como todas nuestras historias individuales, son las que hacen que este país sea tan dinámico: los pasteles combinan las técnicas del retrato europeo y estadounidense con la familiaridad de una fiesta de cumpleaños en un patio trasero.

* “Las personas pierden su poder desde el momento en el que piensan que no tienen ninguno” (“People Give Up Their Power By Thinking They Don’t Have Any”) es una frase en neón que se encuentra en tu feed de Instagram. Para ti, en estos tiempos tan complicados, ¿dónde crees que reside el poder entonces?

Esa cita viene de Alice Walker y lo cierto es que siempre me ha atraído. Está diciendo que tu voz es válida y tus opiniones cuentan… y colectivamente todas nuestras voces son tremendamente poderosas. Creo que nos han engañado al creer que el dinero es poder. Eso ha hecho que como nación seamos avariciosos, que queramos cuidarnos más nosotros mismos que crear una comunidad o proteger realmente a la humanidad. Este condicionamiento, combinado con el miedo, funciona de una manera que neutraliza nuestro poder, uno que reside en nosotros. Creo que debemos elegir sabiamente cómo tratarnos unos a otros, cómo expresarnos a través de nuestras acciones.

* ¿Cuál ha sido la lección más grande que te ha dado el arte?

Paciencia. Me ha enseñado a disminuir la velocidad cuando el mundo que me rodea se está moviendo demasiado rápido.

* En alguna otra entrevista mencionaste que “ves arte en cosas en las que usualmente no son apreciadas como bellas”. De ser verdad, ¿nos podrías hablar sobre esto?

Sí, creo que sí. Cuando estoy pintando y dibujando me detengo y observo. También observo mis alrededores. Cuando estoy caminando o manejando por la calle, trato de estar presente y contemplar lo que me rodea: estoy escaneando, tomando cosas y a veces tomo muchas fotos.

Esto me permite captar cosas que de otra manera podrían pasar desapercibidas. Cuando aparecen en mi trabajo, la gente lo reconoce. Saben que lo han visto o han caminado y visto algo parecido, pero que pudieron haberlo pasado por alto.

Cuando mi trabajo se presenta en una galería o museo, eleva los tipos de espacios, los materiales y las comunidades que lo inspiran. Los materiales que utilizo, los letreros de neón y LED, la pintura y los azulejos de cerámica, se extraen de mis observaciones de Los Ángeles.

* En este momento tenemos artistas que conocen las reglas de los grandes maestros para crear arte y otras personas que van directamente a realizar sus piezas. ¿Crees que para crear grandes piezas necesitas tener el conocimiento de maestros anteriores en historia del arte?

Creo que es de gran ayuda saber sobre la historia del arte. No tanto la técnica, sino los conceptos, la mirada, el enfoque, etc. Si eres consciente de lo que se ha hecho en el ámbito del arte, puede hacer que tu contribución sea más dinámica de alguna manera. De lo contrario, puede correr el riesgo de pisar los dedos de los pies o repetir lo que ya se ha hecho.

* Tus obras se mueven entre el hip hop y el graffiti: 2 referencias que dieron forma a la cultura y al arte contemporáneo, pero que no son tomadas tan en serio cuando se habla de algo más intelectual. En tus palabras, ¿qué expresa el graffiti que otros movimientos o expresiones artísticas simplemente no pueden decir?,¿Por qué eliges el graffiti y las luces de neón son dos de tus elementos para crear piezas?

El graffiti fue uno de los muchos puntos de acceso al arte para mí como adolescente. Me atrajo la subcultura renegada. Fue subversivo y antipublicitario. En cierto modo, fue una reacción a las corporaciones que pagan mucho dinero para tener sus anuncios en todas partes. Los artistas de graffiti estaban pintando sobre anuncios de Pepsi y carteles de películas. También me atrajo la energía cruda de la misma, es una naturaleza directa e instantánea. Y el graffiti es muy innovador. La gente utilizaba herramientas que no estaban diseñadas para hacer arte. Eso se traslada a mi práctica artística actual. Utilizo una combinación de herramientas no convencionales y otras un poco más tradicionales para crear profundidad y textura.

Las luces de neón están inspiradas en las pequeñas tiendas de negocios. Reemplazo los servicios de publicidad de licores y cervezas o servicios de lavandería y cambio de cheques con citas que encuentro relativas e importantes. Una vez más, el medio es familiar, que es instantáneamente atractivo. Pero el mensaje podría ser algo nuevo, algo que requiere reflexión.

* Actualmente hay un debate muy singular sobre el arte e Instagram, que hemos olvidado el placer o la sagacidad para sentir admiración por una pieza y más bien escogemos “la que se ve bien en nuestro feed de Instagram”. ¿Crees que eso sea verdad?, ¿crees que alguna vez volvamos a ver las obras artísticas de esa forma?

Creo que en algunos casos, sí: las sutilezas no viven en Instagram. Se pasan por alto todo tipo de grandes obras de arte, cosas como detalles y texturas no se traducen en pequeñas imágenes digitales en un teléfono. A veces hay que ajustar la forma en que se presenta el trabajo para que las personas entiendan lo que están viendo. Por ejemplo, una imagen con un piso y una pared no proporcionará un sentido de escala.

Si bien Instagram no es el mejor lugar para ver el trabajo terminado, brinda un espacio para compartir el proceso y el enfoque. A la gente le gusta esa idea del proceso de hacer arte. En lugar de reemplazar el acto de visitar un museo para ver obras de arte, Instagram y otros canales de redes sociales pueden servir para atraer a la gente, para ver las cosas en persona.

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Patrick Martinez: Fotografía: Jared Ryder

Vogue.com

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